martes, 16 de febrero de 2016

Cheryshev, el fichaje ilusionante

Cuando un nuevo fichaje llega al Valencia, todos los aficionados depositamos una fe ciega en el futbolista. Una confianza que éste tiene que corresponder defendiendo esta camiseta con pundonor. Pisar el césped de Mestalla conlleva exigencia, claro está, pero a poco que el jugador se deje la piel en la cancha, se gana el favor de la grada.

Y hablamos de Denis Cheryshev, jugador que recientemente se acaba de incorporar a la plantilla del Valencia en calidad de cedido, procedente del Real Madrid y hasta final de temporada. Todos los amantes del fútbol sabemos de la calidad del extremo ruso, y poco tiempo le ha hecho falta para que los aficionados ches hayamos quedado enamorados con su juego. Solo han sido tres partidos, y en el último un gol suyo contra el Espanyol sirvió para sumar tres puntos muy importantes para la entidad che. Y aparte de esta circunstancia, una de las cosas que más nos ha gustado a los valencianistas fue la decisión que tomó el jugador de firmar finalmente con el Valencia, a pesar de la crisis deportiva en la que está inmersa el equipo, y del interés por la cesión del Sevilla de Emery.

El cuerpo técnico del Valencia estaría interesado en que Cheryshev estuviera en la plantilla para la temporada 2016-2017, pero como ya adelantó ayer el periodista Conrado Valle (@ConradoValle), delegado en Valencia del Diario AS, el conjunto valencianista está pendiente de si la FIFA le da o no la cautelar al Real Madrid para poder fichar en los dos próximos periodos de contratación. Y es que si el conjunto madridista no pudiera inscribir jugadores, el Valencia tendría muy complicado el fichaje del extremo ruso, ya que la posibilidad de dicha sanción condicionó la decisión de los merengues no contemplando la opción de compra para el equipo de la capital del Turia. Si por el contrario, el conjunto blanco pudiera contratar jugadores, cabría la posibilidad de que el futbolista estuviera en las filas ches para la siguiente temporada. En la planificación para el siguiente curso sí que se cuenta con Cheryshev, jugador que ha congeniado con la afición a pesar de los pocos partidos que lleva, y que cuando se cerró su cesión, aseguró que cuando salió la opción del Valencia no se lo pensó.

En definitiva, estos son los tipos de jugadores que queremos en el Valencia, que sientan los colores y se partan el alma por el club, una actitud que debe servir de ejemplo para todos los fichajes valencianistas en el futuro.


Con los tres puntos del sábado pasado, los ches encaran con confianza la eliminatoria de Europa League contra el Rapid de Viena, sin olvidar los próximos partidos de Liga, siguiente estación: el domingo en Los Cármenes contra el Granada.

jueves, 4 de febrero de 2016

Entrevista Vicente Aliaga

Entrevisto a José Vicente Aliaga Cervera, exjugador del Valencia, Castellón y Albacete. Fue un lateral derecho natural de Bugarra, que militó en las filas del Valencia desde la temporada 1980-1981 hasta la 1985-1986. Ganó una Supercopa de Europa con el equipo valencianista.


Buenas tardes Vicente, es un placer que me concedas esta entrevista.

P: Naciste en Bugarra, Valencia. ¿Qué opinión tienes, y cómo viviste tus años de niñez en el municipio de los Serranos?
R: Bueno, pues ya hace muchos años de eso, es una experiencia vivir en una zona rural en la cual el tema deporte no había mucho en mi época, y es una gratitud enorme haber podido conseguir jugar en Primera División y ser profesional en el tema del fútbol, que era la ilusión que tenía de pequeño.

P: ¿Qué piensas sobre los laterales derechos que han pasado por el Valencia a lo largo de su historia?, y ¿quién crees que ha sido el mejor lateral derecho del mundo?
R: Por el Valencia han pasado grandes laterales derechos y yo de mi época del que más me acuerdo es de Juan Cruz Sol, que fue internacional, un gran defensa y como persona es más que excelente. Como mejor del mundo, yo que sé, hay tantos y tan buenos que no sabría quién decirte.

P: Tu único título profesional lo lograste en la primera temporada con la entidad che, ¿qué recuerdos te trae aquella Supercopa de Europa?
R: Pues imagínate que satisfacción el poder estar en una plantilla que consiguió la Supercopa, porque eso está al nivel de poca gente y fue una experiencia enorme, con unos jugadores de mucha valía que entonces eran los números uno en España.

P: En la temporada siguiente, el equipo jugó la Copa de la UEFA, ¿qué significó jugar en Europa aquel año?
R: Otra vez lo mismo, una satisfacción enorme el poder estar en una plantilla donde podía competir en esa competición y un recuerdo imborrable del partido que pude jugar.

P: ¿Cuál es la diferencia que existe para ti, entre el futbol de Primera División y el de Segunda División?
R: La velocidad, la velocidad en el juego, creo que no tiene nada que ver la Primera con la Segunda División, en la Primera se juega mucho más rápido.

P: Tu único gol como profesional llega en la temporada 1982-1983 con la camiseta del Castellón. ¿Cómo lo recuerdas?
R: Hombre, mi posición no daba para marcar muchos goles, y fue un gol muy bonito, por cierto. Creo que fue en Huelva si no recuerdo mal, ese partido lo ganamos 3-4 y creo que fue el último, que nos dio la victoria, un recuerdo extraordinario.

P: ¿Me podrías decir alguna anécdota del mundo del futbol?
R: Hay muchas, recuerdo una anécdota fea, estar calentando en la banda, a punto de salir, y a la hora de hacer el cambio, el segundo entrenador le dijo al primero algo, no sé lo que hablaron, pero cambiaron de opinión y no pude jugar ese partido, un recuerdo nefasto.

P: ¿De qué equipo has recibido el mejor trato?
R: En el Valencia, indudablemente.

P: Yo también soy futbolista, aunque a nivel regional, y todos los que estamos desde pequeños en algún equipo soñamos con jugar en Primera división y llegar a ser profesional y tú lo conseguiste. ¿Qué mensaje les lanzarías a aquellos jóvenes futbolistas que todavía están aprendiendo para alcanzar esa meta? ¿Y cómo es el mundo del futbol por dentro? ¿Es muy diferente al que vemos por las televisiones o escuchamos en las radios?
R: Lo primero, que sean unos enamorados de este grandísimo deporte como es el fútbol, y lo segundo, ser consciente de que es tremendamente difícil conseguir los objetivos, hay que ser perseverante, porque durante la carrera te encuentras muchos obstáculos y hay que ser capaz de superarlos todos, esa es la única forma, y por supuesto tener actitud, porque si no es imposible conseguir los objetivos. Y sí, es totalmente diferente el mundo del fútbol por dentro.

P: Tienes un hijo que se llama Darío Aliaga que jugó hasta hace relativamente poco en Segunda división B, pero él, en cambio, jugaba de delantero, al contrario que su padre, ¿qué piensas de él?
R: Bueno pues como padre qué voy a pensar, era un buen futbolista, también un enamorado del fútbol como te he dicho antes, lo que pasa es que tuvo la desgracia de las lesiones y a los 23 años, prácticamente, se lo tuvo que dejar por lesiones en la rodilla. Se rompió cuatro veces los ligamentos cruzados, dos en cada pierna. Y ahora sigue metido en el mundo del fútbol, está entrenando en la escuela del Valencia.

P: Para finalizar, me gustaría saber tu opinión acerca de la actualidad del Valencia y cómo se ve en tú entorno.
R: Pues mira el Valencia está atravesando una racha negativa, creo que saldrán de ella, pero va a ser muy difícil porque cuando entras en esta dinámica es complicado, los futbolistas pierden la confianza, el entrenador lo mismo, aunque siempre intentan superarlo por supuesto. Están atravesando una crisis de juego enorme y no sé debido a qué. Claro si lo supiese sería mago, ¿no? (risas). Pienso que lo superarán y que nos darán muchas alegrías todavía.


Muchas gracias por estos minutos, hasta otra.


lunes, 1 de febrero de 2016

La rivalidad en los Valencia-Barça

En mi casa siempre ha existido rivalidad en los Valencia-Barça. Y es que mi madre y mi hermano son culés, mientras que mi padre y yo somos ches desde que nacimos. Y eso se ha traducido en duelos que han levantado pasiones. ¡Ay!, bendita rivalidad, la salsa del fútbol. Era curioso ver a mis padres, cual presidentes, no celebrar los goles propios por respeto al rival, mientras mi hermano y yo saltábamos por el sofá y chillábamos por el balcón cuando los nuestros marcaban. Durante noventa minutos y hasta el pitido final del árbitro éramos rivales a muerte, para acabar con abrazos y besos independientemente del resultado.

Pues así es mi familia, cuando se enfrentan estos dos equipos se vive como si de una final se tratara. Y a pesar de que el equipo blaugrana desde la temporada del doblete siempre ha quedado delante nuestro en la clasificación, los partidos contra el Valencia siempre les son costosos. Esta eliminatoria no debería ser menos, a pesar de la crisis deportiva en la que está inmersa el conjunto de la capital del Turia, ya desahuciado en la competición doméstica. Pues es mucha la ilusión que todos los aficionados tenemos depositada en la Copa del Rey. Todavía recordamos el último título, la Copa de 2008, contra el Getafe, y cómo en semifinales eliminamos al Barça. A pesar de que teníamos otra plantilla, la situación no era muy diferente a la actual. También es cierto que los blaugranas no tenían el mismo equipo que en la actualidad, con su rutilante tridente, una de las delanteras mejores de la historia.

Aunque, actualmente, parezca imposible vencer a los de Luis Enrique, y el Valencia sume ya once partidos sin ganar en la Liga BBVA, “la Copa del Rey es distinta, los equipos juegan diferente y los partidos duran 180 minutos”, como diría mi padre. Y es verdad, la eliminatoria es muy larga, y jugar con el calor de Mestalla el partido de vuelta nos da un plus de los que se puede beneficiar el equipo con una afición que los lleve en volandas hasta la final. Los jugadores tienen que contagiarse del calor de la grada y dejarse la piel en el campo, porque el premio es muy grande: la ansiada final para demostrar que todavía somos grandes.


Y ya no es solo parte de mi familia, también tengo numerosos amigos azulgranas, que, afortunadamente, para ellos la victoria es el pan nuestro de cada día. Los jugadores han de pelear la eliminatoria con la misma fuerza que vamos a poner los aficionados en nuestro aliento. Porque ya va siendo hora de que en mi casa se vea una final donde la juegue nuestro Valencia.